sábado, 13 de mayo de 2017

Si te atreves, detén la noria de mi vida con la fuerza de un abrazo. Si te atreves, bésame la mirada mientras enredas tus manos con mis manos. Si te atreves, sonríeme las tristezas y déjame que te ría los días malos. Si te atreves, despiértame soñando y sueña despierto a mi lado. Si te atreves, viaja conmigo en nuestro propio mundo inventado. Si te atreves, acaríciame el alma y deja que libere tu amor encadenado. te atreves, quédate. Si te atreves, quiéreme. Si te atreves, atrévete. ¿Capaz o incapaz?
Mi alma siempre sueña con volar y aterrizar en cualquier parte del mundo. Mi cabeza siempre está en lugares que aún no he visitado. Mi corazón guarda todas las ciudades que ya he conocido. Soy todos los países que me han enseñado, y de los que tanto he aprendido. Y vuelvo siempre al mismo árbol siendo un pájaro distinto.
La vida es más sorprendente cuando no intentas sorprender, cuando descubres la sorpresa de ser tú mismo y sorprendas precisamente por eso.

Quizá

Es el eterno quizá el que mueve las velas de nuestros pasos. La marea que decide el puerto en el que anclaremos nuestros deseos. Un quizá que espera un mensaje en una botella que diga “has llegado a donde siempre quisiste ir”. Sólo tenías que escuchar a las olas; el viento siempre estuvo de tu parte. Ese quizá que tanto anhelas puede convertirse en el pirata que roba tus ganas de hacerlo posible. Tan astuto es girar el timón hacia la tierra más cercana como naufragar en el lugar más remoto del planeta. El quizá puede ser el sol o la tormenta. Pero para llegar hay que zarpar. Así que adéntrate en el mar, porque sólo en lo más profundo de tu océano hallarás la respuesta.